¡Santo sepulcro!

Durante el siglo XIII, la ciudad de París, bajo el reinado en Francia de Luis IX, que después sería elevado a los altares como San Luis Rey. Ciudad decadente de los finales del medievo, incapaz de incorporarse aún al Renacimiento italiano iniciado por Dante, Petrarca y Bocaccio. El rey francés decide, ya viejo y decrépito, lanzarse a una cruzada, la tercera, que después le garantizaría, a pesar del fracaso, el grado de la santificación. Entre ese ambiente viven y sufren dos pícaros parisinos, enamorados de la misma prostituta.